BOMBA DE ROTOR HELICOIDAL, con sinfín de alimentación montado en el mismo eje del rotor, articulaciones de bulón.
Rendimientos de 15 a 100 Tn/h.
Tolva de alimentación y chasis de construcción autoportante, todo en Acero INOXIDABLE AISI-304
En la elaboración del vino, la calidad no depende solo del viñedo o del prensado: cada fase del proceso cuenta. Una de las etapas más delicadas es el trasiego y transporte de la uva y del mosto, ya que de la suavidad con la que se manipule la materia prima dependerá la integridad del grano y, en consecuencia, la calidad del vino final. Consciente de esta necesidad, en COVIMAN hemos diseñado la Bomba de Rotor Helicoidal con sinfín de alimentación, una máquina que combina potencia, rendimiento y delicadeza en el trato con la uva, asegurando un transporte fluido, seguro y sin alteraciones indeseadas.
La bomba de rotor helicoidal es un equipo diseñado para trasladar fluidos y productos con cierta densidad o viscosidad, como la pasta de uva, mostos o mezclas con sólidos en suspensión. Su principio de funcionamiento es sencillo pero eficaz: un rotor helicoidal gira dentro de un estator, creando cavidades que impulsan el producto de manera continua y sin brusquedades. En el sector vitivinícola, este tipo de bomba se ha convertido en una aliada indispensable, porque permite transportar la uva estrujada o despalillada sin dañarla, conservando intactas sus cualidades organolépticas.
Nuestra bomba está equipada con detalles de diseño que marcan la diferencia:
Sinfín de alimentación montado en el mismo eje del rotor: garantiza un flujo constante y homogéneo, evitando atascos y facilitando el movimiento incluso de grandes volúmenes de pasta de uva.
Articulaciones de bulón: robustez y fiabilidad mecánica que aseguran un funcionamiento duradero incluso en campañas intensivas.
Rendimientos de 15 a 100 toneladas/hora: adaptable a las necesidades de bodegas de diferentes tamaños, desde producciones más reducidas hasta grandes instalaciones industriales.
Tolva de alimentación y chasis autoportante: estabilidad, comodidad de uso y fácil integración en la línea de trabajo de la bodega.
Construcción íntegra en acero inoxidable AISI-304: máxima resistencia, higiene y durabilidad. Este material, de uso habitual en la industria alimentaria, garantiza un contacto seguro con la uva y el mosto, evitando contaminaciones y facilitando la limpieza.
En muchas bodegas todavía se utilizan sistemas de bombeo más básicos, como bombas centrífugas o de rodete. Sin embargo, estos sistemas pueden resultar demasiado agresivos para un producto tan delicado como la uva. La Bomba de Rotor Helicoidal COVIMAN aporta ventajas clave:
Respeto por la materia prima: el transporte se realiza de manera progresiva y sin golpes bruscos, lo que reduce al mínimo la rotura de pepitas y pieles, evitando sabores amargos o herbáceos.
Versatilidad: apta tanto para pasta de uva como para mostos y líquidos con sólidos en suspensión.
Eficiencia en grandes volúmenes: con un rango de 15 a 100 toneladas por hora, es capaz de responder tanto a bodegas pequeñas como a producciones de gran escala.
Durabilidad y bajo mantenimiento: gracias a su robustez y a los materiales de alta calidad, se minimizan las averías y los costes de mantenimiento.
Seguridad e higiene: el acero inoxidable AISI-304 garantiza una limpieza sencilla y cumple con los estándares de calidad alimentaria.
La tendencia en la enología actual es clara: elaborar vinos que respeten al máximo la identidad de la uva y del terruño. Para conseguirlo, es esencial que cada máquina de la bodega contribuya a preservar la integridad del producto. La Bomba de Rotor Helicoidal de COVIMAN cumple con ese objetivo, porque asegura que el traslado de la uva y el mosto se realice con suavidad, evitando oxidaciones innecesarias, rupturas de semillas o pérdidas de calidad. De este modo, se convierte en una pieza fundamental para bodegas que buscan diferenciarse en el mercado mediante la excelencia de sus vinos.
Al incorporar la Bomba de Rotor Helicoidal COVIMAN, tu bodega obtendrá:
Mayor calidad del vino final, gracias al respeto por la materia prima.
Optimización de tiempos y recursos, con rendimientos adaptados a cada necesidad.
Tranquilidad en campaña, al contar con un equipo robusto y fiable, diseñado para trabajar sin interrupciones.
Cumplimiento de estándares de higiene y seguridad, garantizados por la construcción en acero inoxidable.